Guía Integral de Suplementación: Nutrición a lo Largo de la Vida
Un camino informado hacia tu bienestar
Comprendiendo la Suplementación Nutricional
La suplementación nutricional es un complemento, no un sustituto, de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Esta infografía busca ofrecer una guía clara y basada en evidencia sobre cuándo y cómo los suplementos pueden ser un apoyo en distintas etapas de la vida.
Principios Generales: Factores que Influyen
Este gráfico ilustra la importancia conceptual de diversos factores que pueden generar deficiencias nutricionales y justificar la consideración de suplementos, siempre priorizando la dieta como primera fuente de nutrientes.
Suplementación en Niños: Crecimiento y Salud
La suplementación en niños rara vez es de rutina y debe considerarse solo bajo indicaciones claras y supervisión profesional.
Lactantes (0–12 meses)
- Vitamina D: Se recomienda una suplementación universal de 400 UI/día desde los primeros días de vida para prevenir el raquitismo. Más info
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Hierro: Las reservas se agotan a los 4-6 meses. Considerar suplementación en lactantes amamantados exclusivamente.
¿Por qué Hierro? +
Previene la anemia ferropénica y favorece el desarrollo cognitivo adecuado.
Niños Preescolares (1–5 años)
- Vitamina D y Hierro: La Vitamina D sigue siendo importante. El hierro puede ser necesario si la dieta es muy selectiva o vegetariana.
- Dietas Especiales: Niños con dietas veganas, vegetarianas estrictas o alergias alimentarias múltiples podrían requerir suplementos específicos.
Niños en Edad Escolar (6–12 años)
- Vitamina D y Calcio: Esenciales para el desarrollo y fortalecimiento de huesos y dientes.
- Omega-3: Beneficios para la función cerebral y la concentración, especialmente si el consumo de pescado es bajo. Ver Fuentes
Los suplementos bien indicados pueden apoyar el desarrollo óseo, la función inmune, el rendimiento cognitivo y físico, y prevenir deficiencias nutricionales.
Riesgos incluyen sobredosis (especialmente de vitaminas liposolubles A, D, E, K), toxicidad, interacciones, contaminación de productos y falsas promesas. La automedicación es peligrosa.
Organizaciones pediátricas y de salud recomiendan la suplementación solo bajo indicación y seguimiento profesional, priorizando siempre la dieta.
Necesidades de Suplementación por Etapa de Vida
Las necesidades nutricionales y los beneficios de la suplementación varían significativamente a lo largo de las distintas etapas de la vida adulta.
Importancia Conceptual de Suplementos por Etapa de Vida
Este gráfico ilustra la importancia conceptual de distintos suplementos en cada etapa de la vida adulta (escala de 1 a 10), mostrando cómo las prioridades pueden cambiar con la edad y las necesidades biológicas.
Jóvenes Adultos (18-35 años)
Soporte energético, recuperación muscular, función cognitiva y gestión del estrés.
- Vitamina D: Salud ósea e inmunológica. Ver detalle
- Hierro (en mujeres): Prevenir anemia.
- Omega-3: Salud cerebral y cardiovascular. Ver Fuentes
- Proteínas y Deportivos: Recuperación y rendimiento.
Posibles riesgos incluyen sobredosis, interacciones con medicamentos, contaminación del producto y promesas engañosas. Siempre verifica la calidad y la fuente.
Adultos de Mediana Edad (36-64 años)
Mantener energía, salud hormonal, prevenir enfermedades crónicas y manejar el estrés.
- Calcio: Densidad ósea, especialmente en mujeres.
- Coenzima Q10 (CoQ10): Energía celular, salud cardiovascular.
- Magnesio: Función muscular y nerviosa, salud ósea.
- Omega-3: Soporte cardiovascular y cerebral. Ver Fuentes
Riesgos de sobredosis de vitaminas liposolubles, interacciones con medicamentos (ej. anticoagulantes con Vitamina K), y la importancia de consultar a un médico o dietista.
Adultos Mayores (65+ años)
Mantener salud ósea, función cognitiva y sistema inmune; mejorar absorción de nutrientes.
- Vitamina B12: Función neurológica y producción de energía.
- Vitamina D y Calcio: Salud ósea, prevención de osteoporosis.
- Omega-3: Función cognitiva y salud cardiovascular. Ver Fuentes
- Multivitamínicos: Para cubrir posibles deficiencias.
Mayor riesgo de interacciones fármaco-nutriente, toxicidad por sobredosis, y la necesidad de ajustar dosis en función de la función renal o hepática. La supervisión médica es crucial.